Bavispe. ¿Parteaguas para la estrategia de seguridad?

La mañana del lunes 4 de noviembre de 2019 un grupo de la delincuencia organizada -que no son terroristas-, presumiblemente vinculado al Cártel del Pacífico masacró entre los límites de Chihuahua y Sonora a nueve personas miembros de la familia Le-Barón cuando se trasladaban de Galeana, Chihuahua, a Bavispe, Sonora.

Perdieron la vida tres mujeres madres de familia de 30, 32 y 42 años de edad, además de seis menores; todos contaban con doble nacionalidad. El hecho generó una gran indignación nacional e internacional y preocupó al gabinete de seguridad del presidente López Obrador.

¿Quiénes fueron?, ¿qué pasó?,¿por qué? Dos semanas y días después de la tragedia nos enteramos por Julián LeBarón de la existencia de un video bajo resguardo de la autoridad y en él se observar el momento del ataque a balazos con armas de alto poder y el momento en el que se da la orden para incendiar una de las camionetas.

Se sabe que por lo menos 12 hombres vestidos de negro fueron quienes habrían atacado a la familia.

Según una entrevista a Julián LeBarón, los sicarios bajaron del cerro gritando "quémenlos" y disparan hacia al vehículo en el que iban mujeres y niños. Esto es "diabólico", señaló. 

Indicó que ese video demuestra que el ataque era dirigido a su familia. "Y esta idea de que fue un fuego cruzado y que no sabían lo que estaban haciendo, nosotros no aceptamos eso”. Dijo no haber visto el video, pero se lo comentó un familiar que si tuvo acceso a él. 

Condenó la estrategia del presidente López Obrador de “abrazos, no balazos” para resolver la inseguridad en el país, e instó a “hacer algo distinto”.

Ese video -del que el Presidente acepta que existe-, echa abajo la primera versión emitida el 6 de noviembre, que dio el gabinete de seguridad - integrado por la Semar, Sedena, SSP y la FGR-, encabezado por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, en el sentido de que habría sido una confusión. 

Eso dijo entonces el general Homero Mendoza, jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa. Sin dar detalles consideró -a las primeras horas del ataque-, que habría sido una confusión por el uso de las camionetas y hechos ocurridos horas antes.

No sabemos el porqué nuestra inteligencia lanzó esa hipótesis en las primeras horas de la tragedia. 

FUE UN ERROR.

Obviamente, los familiares no estuvieron de acuerdo y presionaron para que interviniera Washington debido a su doble nacionalidad.

En ese sentido, el 8 de noviembre la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, solicitó a la Fiscal de Justicia del Estado tramitar la colaboración del Buró Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) en las investigaciones; lo anterior tras los encuentros que sostuvo con el embajador Christopher Landau, y el gobernador republicano de Arizona, Doug Ducey.

Y justo a los 8 días después vimos circulando por Agua Prieta un convoy de lujosas camionetas Suburban tripuladas por agentes del FBI.

El número de agentes no fue precisado por las autoridades, pero se presume que fueron varios, todos ellos expertos en ciencias forenses, explosivos, armas de fuego, así como en el rastreo de comunicaciones.

Un día antes, la Secretaría de Relaciones exteriores emitió un comunicado donde formalizan la invitación "para que (nos) acompañe (n) en la investigación de los hechos.”

"Es una iniciativa que México tomó porque se trata de ciudadanos norteamericanos", justificó Ebrard un día después en conferencia matutina, precisando que el trabajo que realizarán es de acompañamiento, no de reemplazo al trabajo que realiza la FGR.

Y durante varios días todo fue silencio por parte de la denominada Comisión Inersecretarial, pero el periodismo de investigación trabajó intensamente y se generaron muchas dudas.

El lunes 18, una reportera pregunta al Presidente si tienen algún avance de qué pudo haber ocurrido, porque había varias versiones.

La respuesta de AMLO fue que "se está haciendo la investigación", y espera que pronto se informe sobre los resultados "y que sean buenos”. Un día después el martes 19, otra reportera le insiste si puede dar "algún adelanto". La respuesta fue que se está atendiendo el caso de manera especial.

¿Cuándo podemos tener resultados?-, pregunta al Presidente y responde:

"Yo espero que pronto. Y se les va a informar, no queremos cometer imprudencias pero sí se está trabajando en la investigación". 

“Adrián LeBarón menciona que hay un video donde se aprecia que varios sujetos bajan del monte a atacar a su hija y que ellos mismos ordenan que quemaran la camioneta; es decir, fue un ataque directo, no fue una confusión, como lo mencionaba Durazo”, preguntó Augusto Atempa, reportero de El Heraldo Televisión.

Esa pregunta la evita responder el presidente, pero reconoce que sí hay videos: "eso es parte de la investigación, sí existe, quienes tienen a su cargo la investigación tienen todos los elementos, subrayó el Presidente. Pero aclaró “no se trata de caer en conjeturas, este es un asunto muy serio. Que no vaya a pasar lo que sucedió en el caso de Sinaloa, que por buscar la nota...”. (Aquí el Presidente bromeó muy a su estilo “yo me acuerdo que decían los compañeros periodistas, decían: ‘La nota es la nota’).

Responde que sólo si se lo piden se reunirá con los familiares y ellos y sólo a ellos les dará información...”yo estoy en la mejor disposición de hacerlo y de explicarles lo que se está haciendo”, dijo.

Sí, en ese sentido, algunos familiares le tomaron la palabra, y se concretó para el lunes 2 de diciembre en Palacio Nacional. Sin embargo, el Presidente la condicionó a sólo familiares.

En la mañanera del jueves 21, dijo textual: "Sí vamos a entrevistarnos con la familia LeBarón. Pidieron ellos ayer una entrevista y desde luego que los vamos a recibir a los de la familia LeBarón, que están necesitados de información. 

"Lo único que les voy a pedir, y como no tengo nada que ocultar y la vida pública tiene que ser cada vez más pública (...) es que vengan los familiares (...) Aquí son bien recibidos, les vamos a dar toda la información(...) los vamos a atender como se merecen”, dijo el Presidente.

El tema se internacionalizó, no sólo por la presencia del FBI en el lugar de la tragedia- que por cierto no sabemos de los avances- sino que familiares de la comunidad de La Mora, enviaron una carta al presidente Trump para que los recibiera en la Casa Blanca, de ser así partirían en caravana rumbo a la capital estadounidense.

La carta fechada del 17 de noviembre, se hizo llegar al presidente norteamericano a través del gobernador republicano de Dakota del Norte, Doug Burgum.

En el escrito, consideran que la masacre de Bavispe se ha convertido en un llamado a unir a todos para defender la paz y la seguridad en México: "esta tragedia no sólo afecta a nuestras familias y a los más de medio millón de ciudadanos estadounidenses que viven al sur de la frontera, sino a todos nuestros vecinos en México”. 

La caravana planeada fue pospuesta hasta después del lunes 2 de diciembre y dependía también de la respuesta del presidente republicano que busca la reelección en 2021, y ese tema está en la agenda electoral.

No queremos llegar a exigir, si no recibimos invitación la caravana se cancela”, expuso Julián LeBarón en entrevista.

EL TEMA DEL TERRORISMO

La tarde del domingo 24 de noviembre nos enteramos de que integrantes de la familia LeBarón iniciaron una cruzada desde EU para combatir a los cárteles mexicanos, por lo que pidieron formalmente que estos grupos delictivos sean catalogados como organizaciones terroristas.

"Por la presente, solicitamos al gobierno de los Estados Unidos que designe a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas extranjeras", publicó la familia en el documento difundido en el sitio https://petitions.whitehouse.gov.

La petición se presentó dos días después de que lo hiciera Bryan LeBarón, quien consideró que los cárteles mexicanos representan más peligro para EU que los grupos terroristas. "Los cárteles controlan el flujo de opioides, heroína, metanfetaminas, cocaína, fen- tanilo ultra mortal y todas las demás drogas ilegales que se introducen de contrabando a los Estados Unidos desde México", se indica en el texto.

Eso si, consideran que esta labor debe ser conjunta con las autoridades mexicanas. ¡Pero el tema puso focos rojos en Palacio Nacional!

En la conferencia mañanera del lunes 25 de noviembre, una reportera pregunta al Presidente su opinión al respecto.

La respuesta no la dio éste, sino Marcelo Ebrard: "Consideramos, por, supuesto que todos los actos homicidas o de cualquier tipo que afectan a la sociedad son gravísimos, no necesitan adjetivos. Un homicidio es un homicidio, no importa la intención, dijo el Canciller.

Pero el tema de narcoterrorismo - subrayó el canciller- tiene un impacto jurídico internacional, porque hay una legislación norteamericana que posibilita cuando se declara, se determina a un grupo terrorista. Entonces, se invocan esas disposiciones para actuar de manera directa. Eso por supuesto México jamás lo aceptaría, dijo.

Subrayó Ebrard que clasificar a los carteles como terroristas es gravísimo y tiene implicación jurídicas: “EU pueda clasificar diferentes grupos como tales y entonces actuar directamente contra ellos donde quiera que se encuentren, y eso México no va a estar de acuerdo, bueno, no sólo México, muchos países del mundo no van a estar acuerdo”, dijo.

Sin embargo, Ebrard consideró en la conferencia mañanera que Washington no va por esa ruta. ¡Se equivocó, con todo respeto!

Un día después, el martes 26 de noviembre, Donald Trump anunció lo que se veía venir. Informó que designará a los cárteles mexicanos de la droga como terroristas por su papel en el tráfico de drogas y personas.

“Serán designados (...) He estado trabajando en eso durante los últimos 90 días. Sabes, la designación no es tan fácil, tienes que pasar por un proceso, y estamos bien en ese proceso ", dijo en una entrevista con el conservador Bill O’Reilly.

Al nombrar formalmente a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas tendrá enormes repercusiones, de entrada Washington podría sancionar a quien apoye materialmente o con recursos a los criminales que ingresen al país y también podría bloquear los activos de los grupos, como lo hace hoy el Tesoro Norteamericano.

LA RESPUESTA MEXICANA

De inmediato el gobierno de México informó mediante un comunicado oficial que buscará a la brevedad tener un encuentro de alto nivel para presentar la posición oficial.

La reunión se dará con su homólogo, Mike Pompeo, para discutir este tema, y pretenden promover "una hoja de ruta que nos permita avanzar para reducir los flujos de armas y dinero a la delincuencia organizada desde 

Estados Unidos hacia México, así como precursores químicos y drogas que atraviesan nuestro territorio con rumbo al país del norte”.

Este asunto lo veíamos venir desde hace tiempo, por lo menos desde marzo pasado cuando Trump dijo en una entrevista en el sitio digital extremista Breitbart que estaba pensando "muy seriamente" incluir a los cárteles mexicanos en esta lista.

Bastaba leer las expresiones a las primeras horas de la tragedia de los LeBaron por Trump.

“Si México necesita o requiere ayuda, EU está listo, dispuesto y capacitado para involucrarse y hacer el trabajo de manera rápida y efectiva. ¡A veces necesitas un Ejército para derrotar a un Ejército!”, tuiteó Trump, sugiriendo en unos caracteres la incapacidad de las autoridades mexicanas para poner freno al crimen organizado.

“Este es el momento para que México, con la ayuda de EU, libere la guerra a los cárteles de la droga y los borre de la faz de la tierra. ¡Simplemente esperamos una llamada de su nuevo gran presidente”, prosiguió Trump.

El presidente AMLO dijo que no y agradeció el gesto, pero no leyó bien.

La inclusión de los cárteles en la lista de organizaciones terroristas era un tema añejo que rondaba Washington como un fantasma; el propio presidente Trump lo había expresado desde hace tiempo cuando le dijo a una web conservadora que estaba pensando "muy seriamente" incluir a los cárteles mexicanos en esta lista, y la tragedia de Bavispe fue el pretexto.

Bavispe se convirtió en un parteaguas en el combate al crimen organizado.

Aunque el presidente insista que México no va a cambiar la estrategia en el combate al crimen organizado, y que nuestros problemas " los vamos a resolver los mexicanos. No queremos la injerencia de ninguna potencia, de ninguna hegemonía, de ningún país extranjero. Es muy clara nuestra Constitución, que es la ley de leyes: No intervención, autodeterminación de los pueblos.”

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