¿Fin al celibato? El papa Francisco desafía a sus críticos

A lo largo de octubre se realizará en el Vaticano un Sínodo denominado Amazonía: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral, que fue convocado por el papa Francisco.

Durante dicho tiempo, cardenales, obispos y especialistas abordarán la grave crisis que están atravesando los fieles "de ciudades y grandes metrópolis, poblaciones que habitan en las riberas de los ríos, migrantes y desplazados, y especialmente para y con los pueblos indígenas” de la región de la Amazonia, que comprende parte de Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa, donde la Iglesia experimenta muchas dificultades, sobre todo que no tiene acceso a los servicios religiosos semanales.

En ese sentido, el Papa dio a conocer en junio el instrumento de trabajo “Instrumentum laboris de la Asamblea Especial para la Región Panamazónica del Sínodo de los Obispos”.

Dicho documento es fruto de ese largo proceso que incluye la redacción del Documento Preparatorio y una amplia encuesta a las comunidades amazónicas.

En la nota al pie subraya: al margen de este proceso oficial se han celebrado numerosos seminarios en Washington, Roma y Bogotá con expertos en distintas áreas y representantes de pueblos amazónicos para reflexionar sobre las cuestiones ahí analizadas.

En el documento preparatorio se presentan varias preguntas que permiten un diálogo y debate para una aproximación a la realidad y expectativa regional de una "cultura del encuentro”, entre otras:

¿Cómo puede la comunidad cristiana responder ante las situaciones de injusticia, pobreza, desigualdad, violencias (droga, trata de personas, violencia hacia la mujer, explotación sexual, discriminación de los pueblos indígenas y migrantes, entre otras) y de exclusión en Amazonía?

¿Hay espacios de expresión autóctona y de participación activa en la práctica litúrgica de sus comunidades?

¿Qué papel deben tener los laicos en los distintos ámbitos socio ambientales en el territorio?

El papel de las mujeres en nuestras comunidades es de suma importancia, ¿cómo reconocerlo y valorizarlo en el horizonte de los nuevos caminos?

El Instrumentum laboris que contiene 147 puntos generó un gran ruido mediático, ya que sugiere la posibilidad de abrirle las puertas a la ordenación de hombres casados en determinadas condiciones y circunstancias.

¿QUÉ DICE EXACTAMENTE EL DOCUMENTO?

En el numeral 129 señala que “las siguientes sugerencias de las comunidades recuperan aspectos de la Iglesia primitiva cuando respondía a sus necesidades creando los ministerios oportunos (cf. Hch 6,1-7; 1 Tim 3,1-13), a saber:

  1. a) Nuevos ministerios para responder de modo más eficaz a las necesidades de los pueblos amazónicos:
  2. Promover vocaciones autóctonas de varones y mujeres como respuesta a las necesidades de atención pastoral-sacramental; su contribución decisiva está en el impulso a una auténtica evangelización desde la perspectiva indígena, según sus usos y costumbres. Se trata de indígenas que prediquen a indígenas desde un profundo conocimiento de su cultura y de su lengua, capaces de comunicar el mensaje del evangelio con la fuerza y eficacia de quien tiene su bagaje cultural...
  3. Afirmando que el celibato es un don para la Iglesia se pide que, para las zonas más remotas de la región, se estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana.

En el punto 3 se aborda el tema de la mujer..."Identificar el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer, tomando en cuenta el papel central que hoy desempeñan en la Iglesia amazónica”.

Y POR AHÍ VINIERON LAS PRIMERAS CRÍTICAS

The New York Times publicó en español un reportaje de Jason Horowitz que señala el texto de trabajo como “una decisión potencialmente innovadora, ya que el Vaticano prevé (con ello) responder a la escasez de sacerdotes en esa región (la Amazonia) con la ordenación de viri probati, latín para hombres de carácter evidente. Con esa excepción al requisito del celibato, los expertos eclesiásticos sugieren —ante la preocupación de tradicionalistas— que se daría un paso para que hombres casados también pue- dan practicar el sacerdocio en otras partes del mundo”.

Pero la expresión viri probati no se menciona en el documento de trabajo.

Como le dijo entonces el cardenal italiano Lorenzo Baldisseri, secretario general del sínodo de obispos, a la colega Elisaetta Piqué, reportera del periódico La Nación, “se trata de una palabra que ha sido demasiado usada y abusada”. Pero alude a este concepto —muy discutido en el pasado en el seno de la Iglesia— al destacar que las comunidades de la Amazonia “tienen dificultad para celebrar frecuentemente la eucaristía por la falta de sacerdotes. La Iglesia vive de la Eucaristía y la eucaristía edifica la Iglesia. Por ello se pide que, en vez de dejar a las comunidades sin Eucaristía, se cambien los criterios para seleccionar y preparar los ministros autorizados para celebrarla”, afirma.

En la conferencia de prensa en el Vaticano el cardenal Baldisseri destacó que la sugerencia no significa ningún cambio de doctrina, sino de pastoral. La Iglesia, precisó, mantiene la doctrina, pero hay movimientos que quieren esos cambios.

Pero, la propuesta en el documento de trabajo no consiste en abolir el celibato ni en hacerlo opcional, sino en permitir una excepción en particulares áreas geográficas. Incluso hoy, la iglesia reconoce el sacerdocio de hombres casados en la Iglesia oriental, en el rito greco-católico. 

Además, recordemos que los sacerdotes y obispos en sus orígenes se casaban sin mayor problema; emotivo de su imposición tuvo que ver más con la idea de mantener la propiedad material eclesiástica y evitar su dispersión a través de las herencias.

Pero el tema de la apertura al sacerdocio de hombres casados no es lo único a discutir en el sínodo

El Instrumentum laboris hace una llamada a la protección del medio ambiente y alerta sobre la deforestación de la Amazonia, la minería ilegal y los proyectos de desarrollo que amenazan las culturas nativas y un ecosistema que resulta vital para el planeta, y también se aborda el tema de las mujeres.

El Sínodo ha generado expectativas para algunos prelados y gran preocupación para otros.

Es evidente que se deja abierta la posibilidad de permitir que hombres casados sean ordenados como sacerdotes, por lo menos en esas zonas. 

Aunque Francisco ha dicho antes que consideraría la posibilidad de hacer la ordenación viri probati en áreas remotas y aisladas, dejó en claro también que el compromiso del sacerdocio con el celibato se mantiene intacto. Incluso, ha dicho que prefería “dar su vida” antes de cambiar la regla del celibato.

Pero la propuesta papal despierta fuertes crítica en ciertos sectores de la Iglesia, que consideran que se trata de una iniciativa “herética” que llevará a la abolición del celibato sacerdotal en todo el mundo.

Los participantes al término de la cumbre votarán sobre varios artículos en un documento final. Ese texto luego irá al sumo pontífice, quien decidirá si se convierte en una exhortación apostólica oficial.

¿QIUÉNES SON LOS PARTICIPANTES?

La lista la encabeza el Papa, que presidirá la reunión, y lo acompañarán prelados de los nueve países que conforman esta región: 4 de Antillas, 12 de Bolivia, 58 de Brasil, 15 de Colombia, 7 de Ecuador, 11 de Perú y 7 de Venezuela.

Además, participarán los 13 miembros de la Curia Vaticana, 33 miembros nombrados directamente por el Papa, 15 elegidos por la Unión de Superiores Generales, 19 miembros del Consejo presinodal, 25 expertos, 55 auditores y auditoras, 6 delegados fraternos y 12 invitados especiales.

LOS CRÍTICOS

Recientemente, el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, exprefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe se manifestó públicamente contra el uso del Sínodo Amazónico, pues lo califica como una "bola de demolición" de las estructuras existentes. Ha dicho que el documento “carece de reflexión teológica” y advirtió que podría hacer que mucha gente abandone la Iglesia.

Müller se mostró crítico con el método de trabajo de la organización Red Eclesial Panamazónica, que fue prácticamente creada para elaborar el Instrumentum Laboris, y que “es una sociedad cerrada de personas con el mismo punto de vista sobre el mundo, tal como se puede observar fácilmente en la lista de nombres de los encuentros presinodales que tuvieron lugar en Washington y Roma, que contiene un número desproporcionadamente alto de europeos de habla alemana”.

En tanto, el cardenal norteamericano Raymond Burke, publicó junto con otro prelado el 12 de septiembre un nuevo documento denunciando los “errores” y “herejías” que creen detectar en el documento y anunciaron una “cruzada de cuarenta días de oración y de ayuno”. Le piden al Papa “no apruebe la abolición del celibato sacerdotal en la Iglesia”. 

Pero Francisco tiene aliados, entre ellos es el relator general del Sínodo, el cardenal brasileño Cláudio Hummes, ofm, el obispo alemán Franz-Josef Overbeck, responsable de Adveniat, agencia católica de ayuda para América Latina, Pirmin Spiegel, director General de la agencia de ayuda Misereor y Josef Sayer, exdirector gerente de la misma agencia también involucrados en la organización del Sínodo.

De parte de México estará como miembro del consejo presinodal el cardenal Carlos Aguiar Retes.

Así que los temores del cardenal Müller de que el dique se rompa en el Vaticano no son descartables.

La pregunta es que si los sacerdotes pudieran casarse en la Amazonía, ¿por qué no en Alemania, en México, EU o en el resto del mundo?

Hay, pues, votos a favor y votos en contra, lo interesante es el debate

¿HAY POSIBILIDAD DE UN CISMA?

Existe una remota posibilidad...

El miércoles 4 de septiembre, durante el vuelo a Mozambique, el Papa recibió en propia mano un ejemplar del libro -How America Wants to Change the Pope (Cómo Estados Unidos quiere cambiar al Papa)- sobre sus detractores norteamericanos; su reacción fue decir que para él es un honor si los estadounidenses lo atacan.

La persona que se lo dio fue el propio autor del libro; el periodista francés Nicholas Senèze, corresponsal en el Vaticano del diario católico La Croix.

“¡Este libro es una bomba!”, expresó el Papa en tono de broma.

De inmediato, la oficina de prensa de la Santa Sede aclaró que los comentarios del Papa los hizo en un contexto informal.

¿Qué dice el libro? Reconstruye las maniobras realizadas en el último año por el lobby de la extrema derecha católica norteamericana para tratar de presionar al Papa para que renuncie e influir en un nuevo cónclave.

Senèze narra en el libro el cómo los sectores conservadores en EU odian al Papa por sus mensajes de misericordia dirigidos a los migrantes, la separación de las madres centroamericanas de sus hijos en la frontera, su diálogo con China, sus denuncias contra el capitalismo, el comercio de las armas, el clericalismo, la economía que mata, su defensa del medio ambiente, la convocación de un Sínodo sobre la Amazonia, su llamamiento a terminar con la pena de muerte y las aperturas hacia los divorciados vueltos a casar.

¿Pero hay posibilidad de un cisma? No creemos, con todo respeto, pero puede haber rupturas.

Es evidente la grilla en contra del papa jesuita, pero se ha preparado por si acaso, y dentro de pocos días fortalecerá el Colegio Cardenalicio.

POSTDATA

La agenda del papa Francisco del pasado 30 de septiembre registró una reunión privada de 30 minutos con el sacerdote jesuita norteamericano James Martin que ha sido atacado por católicos conservadores de Estados Unidos por el hecho de acercarse a fieles homosexuales.

El pontífice le tiene especial aprecio a sacerdote jesuita y por eso lo designó como asesor de comunicación, dándole incluso un espacio para hablar en la Cumbre de la Familia de 2018 y ahora le dio apoyo dándole audiencia privada .

Martin es autor de Building a Bridge (Tender un puente, en español), un libro sobre cómo la Iglesia Católica debería hacerse más presente entre la comunidad LGBT.

El libro ha sido leído por el Papa pero ha tenido problemas para circular en EU. De hecho le han cancelado varias presentaciones debido a la presión de grupos conservadores que se oponen a su trabajo.

En un tuit del 30 de septiembre el sacerdote jesuita dijo que durante la audiencia compartió con Francisco “los júbilos y esperanzas, y los dolores y ansiedades, de los católicos LGBT y la gente LGBT a nivel mundial”.

"Me conmovió mucho mi encuentro con un verdadero pastor", dijo.

El sacerdote jesuita no quiso dar detalles de su conversación con el pontífice, pero sí contó a la revista America de la que es editor especial, que se rieron varias veces durante el encuentro.

Fue el tercer encuentro entre Jorge Mario Bergoglio y Martin, después de un saludo breve en la Casa Santa Marta en 2016 y una conversación fugaz en la asamblea plenaria la semana pasada del Dicasterio para la Comunicación, del que Martin es asesor.

Al reunirse el Papa con Martin envía un mensaje de desafió a los grupos conservadores y lo hace pocos días antes de la reunión mundial donde se discutirá sobre la ordenación de sacerdotes casados, a mujeres diaconisas.

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