32.9% se eleva el robo de autos en tres meses

En muchos casos, un automóvil se vuelve parte de la familia, como en el caso de Christian Hernández, quien hace unos dos años pudo hacerse del auto que su padre y sus hermanos mayores ya habían manejado: un Golf, modelo 93’, color verde botella; no obstante, el gusto y la tradición, que ya llevaba más de 25 años, se vino abajo.

El joven estudiante en la Universidad del Valle de México (UVM), campus Texcoco, recordó a Código Topo que fue el pasado 12 de septiembre cuando decidió asistir por la noche, con sus amigos, a un restaurante en el Centro de Texcoco, en el Estado de México.

Cerca de las 21 horas, llegó y estacionó su Golf en un parquímetro que se encontraba a dos casas del local al que él y sus acompañantes asistieron a comer, entre las calles Allende y Nezahualcóyotl.

La noche parecía normal y amena; no obstante, en un determinado momento de la convivencia, Christian escuchó el mofle recién arreglado de su automóvil, salió de prisa del lugar y se dio cuenta de que, en medio de la noche y de la oscuridad en la zona, por la falta de alumbrado público, unos sujetos habían subido a su vehículo y lo echaron a andar.

“Vi cómo se lo estaban llevando y corrí, pero no lo alcancé, entonces le dije a un amigo que llevaba su carro también e intentamos alcanzar mi carro, pero se nos perdió”, relató. En seguida, marcó al 911 para dar aviso a las autoridades que había sido víctima de un hurto. Al otro día asistió al Ministerio Público para levantar el acta de robo y así deslindar a su padre, dueño del Golf, de cualquier mal uso que los delincuentes pudieran dar al auto.

“Sólo me dijeron que el coche tenía el reporte de robo. Sólo lo utilizaba para asistir a la universidad, porque no suelo salir en auto”, dijo a más de dos semanas de haber sido víctima de este crimen, que sólo en Texcoco entre 2015 y 2018 se incrementó 15.8 por ciento, al pasar de 882 casos a mil 22.

Las cifras publicadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) respecto a dicho municipio son un reflejo de lo que sucede en la entidad, en la que este delito, que abarca automóviles, motocicletas, embarcaciones y tractores (estos dos últimos los menos), ha ido en aumento, en el mismo periodo, en sus dos modalidades: con y sin violencia.

La situación ha inquietado a automovilistas y motociclistas por igual, quienes salen a conducir con el temor de que podrían ser las siguientes víctimas. 

PELIGRO LATENTE

De acuerdo con el SESNSP, el robo de vehículos (automóviles, motocicletas, embarcaciones y tractores) ha ido in- crementando de manera paulatina en los últimos años, lo que ha representado un 32.9 por ciento, entre 2015 y 2018.

Las cifras oficiales indican que el número de unidades robadas, registradas en averiguaciones previas o carpetas de investigación en Agencias del Ministerio Público y reportadas por las procuradurías estatales, fue en aumento en los últimos cuatro años, ya que en 2015 se registraron 161 mil 838; en 2016, 175 mil 781; en 2017, 211 mil 797, y en 2018, 215 mil 117.

Se ha vuelto común que en redes sociales circulen videos en los que se observa distintos modus operandi para el hurto de unidades, algunos sin violencia y otros ejerciendo ésta, aunque es la segunda la que predomina, pues, por lo general, las víctimas son amenazadas con arma de fuego.

Una de las maneras en que los delincuentes actúan, en el caso de ciudades grandes, es en el tráfico o en cruces, ya que interceptan el vehículo que desean robar y en cuestión de segundos bajan de la unidad a quien conduzca y a sus acompañantes, con lujo de violencia. Después emprenden la huida.

Según cifras oficiales, en 2018, al menos 3 de cada 10 robos de auto fueron con lujo de violencia; por otro lado, en el caso de las motocicletas, se mantienen los datos y ejemplo de ello es el de José Alberto Ramírez, quien ha sido víctima de varios hurtos, el más reciente ocurrió en febrero pasado, cuando su moto KTM 390 Duke 2019 le fue arrebatada a su hijo.

“Mi hijo llegó a casa y estacionó la moto enfrente y en lo que entró a abrir el zaguán se robaron la moto que estaba apagada y no tenía las llaves”, comentó en entrevista. Este acontecimiento, en el que se destacó la habilidad de los delincuentes para lograr su objetivo, ocurrió en la alcaldía Venustiano Carranza.

El también abogado y expolicía mo- torizado en la capital del país lamentó que en los últimos años este ilícito ha ido al alza, lo que ha provocado que él, a quien le han robado autos y motos, tenga desconfianza al salir a circular e incluso piense en adquirir de manera legal un arma de fuego para defensa propia.

“Son situaciones en las que dice uno: ‘¿Qué pasa en esta ciudad?’ En mi camioneta ya debo andar con los vidrios cerrados, en cada esquina espejear; cuando alguien se acerca ya no sé si me van a asaltar.

“Soy honesto, incluso estoy tratando de conseguir un arma conforme a la ley. Ese tipo de situaciones tienen a uno en alerta, pues ya no se puede salir con tranquilidad a la calle”, dijo José Alberto, quien pertenece a varios clubes de motociclistas, mismos en los que constantemente se entera de que otras personas han sido asaltadas.

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